33. Recomendaciones educativas |
1. El ejemplo y el ánimo
Los niños observan e imitan a las personas que quieren y admiran, especialmente a los padres. Además perciben todas las palabras y acontecimientos del entorno aunque estén en sus juegos o en otras ocupaciones. Todo lo captan y aprenden de ello. Por eso, los padres educan o deseducan con su ejemplo.
Además del ejemplo tiene un gran valor pedagógico: las acciones positivas de los mayores le confirman en su educación y le animan a seguir en esa dirección.
El niño trata de llevar a la práctica la opinión que se tiene de él, tanto positiva como negativa y a no defraudar a las expectativas. Por eso es mejor animar y gratificar a lo que hace bien, que criticar y acusar de lo que hace mal.
Especialmente hay que animar y elogiar más el esfuerzo que ha puesto en su trabajo que el resultado obtenido. Por eso es poco educativo premiar las buenas calificaciones.
(Pintura: Lección de música. FRAGONARD, Jean-Honoré. Museo de Louvre. París).