6. Relaciones padres-tutor |
¿Es importante que me reúna con el tutor de mi hijo?
¿Cuántas veces te has entrevistado con el tutor de tu hijo? ¿Crees que es suficiente? A veces no tenemos muy claro cómo y cuándo debemos dirigirnos al centro educativo donde estudian nuestros hijos, pero es importante que cada cierto tiempo nos reunamos con el docente responsable del niño para intercambiar información y definir objetivos.
En más de una ocasión he escuchado excusas como éstas de los padres de mis alumnos:
-"No hemos venido antes para no molestar. Como parecía que no había problemas, no queríamos hacerles perder tiempo. Ya sabemos que tienen mucho trabajo…" Y, si he de ser franco, yo también he tenido la tentación de excusarme de la misma manera ante del tutor de mis hijos. Por alguna extraña razón, nos resulta difícil encontrar el momento oportuno para concertar la cita, tememos hacernos pesados. Lo cierto es que el contacto periódico con el centro educativo es algo fundamental para que tu hijo aproveche al máximo las oportunidades educativas que se le ofrecen.
No me extenderé sobre la utilidad de estas visitas. Sólo apuntaré algunos hechos: la educación de nuestros hijos es un trabajo conjunto que realizamos junto con sus profesores, por tanto es absurdo llevarlo a cabo sin la comunicación y coordinación necesarias; conocer el centro y hablar con los profesores nos permite disponer de más datos para valorarlo; además, es un medio de formación a nuestro alcance y, por si fuera poco, cada vez que hablamos con el tutor se produce una especie de motivación mutua que hace que, tanto nosotros como nuestros hijos y el mismo profesor, dediquemos más atención e interés a la tarea que nos ocupa. Así pues, si estamos de acuerdo sobre su utilidad, pasemos a considerar las condiciones que nos permitirán aprovechar al máximo las entrevistas con el tutor de nuestro hijo.
Periodicidad conveniente de nuestras entrevistas con el tutor.
Es recomendable entrevistarse una vez por trimestre, preferiblemente unos días después de recibir las notas. A principio de curso, lo razonable sería acudir a mitad del trimestre.
No obstante, si algún acontecimiento nos hiciera sospechar que nuestro hijo o hija puede tener un problema, valdría la pena contactar por teléfono con el tutor y valorar con él si es conveniente vernos. De todas maneras, no abuses de este recurso. No hace falta entrevistarse con el tutor si puedes resolver el problema por teléfono. Tampoco hace falta que llames por teléfono si puedes resolver el problema con una nota, y no es necesario que escribas una nota si tu hijo puede resolver la cuestión por sí mismo.
Preparación de la entrevista
Vale la pena concertar la entrevista con tiempo para que el tutor tenga ocasión de prepararla convenientemente. Además de los datos que ya tenemos, es útil, durante los días previos a la entrevista, observar en nuestro hijo detalles como el tiempo semanal que dedica a hacer sus deberes y a estudiar, la calidad de los trabajos escritos que realiza en casa, las dificultades que encuentra, el cumplimiento de sus tareas domésticas, qué hace en su tiempo libre y su estado de ánimo.
El día anterior a la fecha fijada es prudente que los padres dediquéis algún tiempo a preparar la entrevista de manera conjunta y que toméis nota de los temas que queréis abordar, de las informaciones que queréis transmitir y de las preguntas que os interese hacer.
Os puede servir de ayuda consultar y repasar la relación de posibles temas que incluyo a continuación. Es una manera de evitar que queden en el olvido algunos temas interesantes.
¿Qué temas conviene tratar?
1. Es conveniente informar al tutor sobre:
· El tiempo semanal que nuestro hijo dedica a estudiar o a tareas escolares.
· La calidad del trabajo observado.
· El grado de responsabilidad en su estudio y en los encargos domésticos.
· Las aspiraciones profesionales si ya está en los últimos cursos de secundaria.
· La calidad del trato con vosotros y con los hermanos.
· Los amigos con los que se relaciona y el tipo de relación.
· A qué dedica el tiempo libre.
· Estímulos educativos o pautas usadas en casa como medio de motivación o de formación.
2. Pedir información, en el caso de que el tutor no nos la ofrezca, sobre:
· La actitud y comportamiento en clase.
· Las expectativas que tiene respecto a nuestro hijo.
· La relación que mantiene con los profesores.
· Las relaciones que mantiene con los compañeros.
· El grado de cumplimiento de sus deberes.
· Las faltas de asistencia a clase.
· Cualquier duda sobre el funcionamiento del centro o de las actividades extraescolares.
3. Solicitar la opinión del tutor sobre:
· Nuestras estrategias educativas y las dificultades que encontramos.
· Cómo colaborar para mejorar alguno de los aspectos en que nuestro hijo presente dificultades.
4. Expresar nuestra opinión sobre aspectos que consideremos mejorables en la organización del centro o de actividades docentes.
¿Cómo actuar durante la entrevista?
· Es fundamental asistir a la entrevista, tanto si es un encuentro rutinario como si es una petición del centro, con el convencimiento de que asistimos a una reunión con un colaborador. Sólo si la entrevista tiene lugar en un ambiente de confianza podrá dar los frutos deseados.
· Para contribuir al buen ambiente, es interesante comenzar hablando de los temas más satisfactorios para ambos y abordar más tarde los asuntos más desagradables o peliagudos.
· En cualquier caso hay que intentar que la entrevista discurra en un tono amable y respetuoso, aun cuando las informaciones que recibamos no sean tan halagüeñas como desearíamos.
· Es aconsejable llevar escritos los temas que queremos tratar y no dar oportunidades al olvido.
· Lo más importante es acabar la entrevista con algunos propósitos concretos y, si es posible, llevárselos anotados. Una vez en casa hemos de conseguir mantener vivos los propósitos y valorar su eficacia en la siguiente reunión.
Por mi experiencia como profesor, puedo afirmar que el simple hecho de que los padres mantengan una entrevista con el tutor suele ser un buen estímulo para los hijos. Ésta es una de las acciones educativas más fáciles y eficaces de todas las que están a nuestro alcance.
José María Lahoz García.-Pedagogo (Orientador escolar y profesional), Profesor de Educación Primaria y de Psicología y Pedagogía en Secundaria.
Con la autorización de: www.solohijos.com
B) La relación padres-tutor
Uno de los problemas más graves de la educación es la dejación por parte de los padres de sus derechos y deberes en la formación de sus hijos. Delegan sus funciones educadoras en manos de los profesores, olvidándose que son ellos los principales educadores. Para justificar esta actitud dicen que no tienen preparación suficiente y que tienen muchas ocupaciones.
Los padres que delegan sus responsabilidades suelen hablar poco con sus hijos, no siguen la pista de sus estudios, los inscriben en varias actividades extraescolares (música, inglés, natación, judo, tenis), les permiten muchas horas de televisión, de juegos y de internet y no controlan los deberes escolares de sus hijos.
Una de las tareas más urgentes de las instituciones educativas es concienciar a los padres de que ellos pueden y deben formar a sus hijos, porque tienen la gracia de estado que recibieron en el matrimonio y disponen de la ayuda inestimable de la colaboración con el tutor y los profesores del colegio.
En este contexto, el papel del tutor es muy importante: en las reuniones individuales con los padres ha de ponerles, con claridad y valentía, ante sus responsabilidades de ser padres y elaborar con ellos un plan de acción que incluya el hablar diariamente con los hijos, suprimir (si es el caso) alguna actividad extraescolar, reducir el tiempo dedicado a la televisión, controlar los deberes escolares ayudándoles en lo posible y poniendo encargos a cada hijo dentro de la familia.
Por su parte, un buen tutor ha de tomar en muchas ocasiones la iniciativa para llamar y hablar con todos los padres de su clase y darles la suficiente información sobre los objetivos del colegio y lo que se espera de ellos. También ha de fomentar la participación de los padres en las actividades del colegio y darles criterios sobre la educación de los hijos.
Por parte de los padres, además de tomarse en serio sus responsabilidades, sería necesario: que no se centraran solamente en las calificaciones escolares, sino también en la mejora de otros aspectos de sus hijos; que dedicaran el tiempo suficiente para colaborar con los lo hijos y con el centro educativo; que aplicaran el plan de acción acordado con el tutor y que descubran que el colegio no lo puede hacer todo.
Arturo Ramo García
C) Acción tutorial con padres en secundaria
La intervención de estos profesionales con el entorno familiar mejora el rendimiento educativo de los adolescentes.
La experiencia educativa demuestra que la planificación, organización y evaluación de la acción tutorial dirigida a la intervención de los profesionales con padres mejora el rendimiento educativo, la motivación y el comportamiento de adolescentes que cursan la etapa de Educación Secundaria Obligatoria. En la presente colaboración se exponen una serie de reflexiones y de propuestas en este ámbito de actuación.
Diversos especialistas apuntan la necesidad de incluir en los Proyectos Curriculares de cada etapa Planes de Acción Tutorial perfectamente elaborados a nivel de ciclo y Departamento Didáctico, eficaces en dar respuesta no sólo a alumnos, sino especialmente a sus familias.
La colaboración-participación entre familia y escuela permitirá la conquista de los objetivos educativos que se plantean, así como, la mejora de la tarea educadora de ambos.
Desde la familia, según recomiendan Palacios, César y Coll (1990), es necesario que se adopten hábitos tales como:
-Colaboración en las tareas educativas que se indiquen por parte del centro y los profesores.
-Comunicación direccional con el profesorado y el resto de agentes educativos.
-Disponibilidad y accesibilidad.
-Compromiso con la labor educativa.
Estos autores citados apuntan la necesidad de que los padres se sientan partícipes reales del proceso seguido por sus hijos, mediante la adopción de actitudes positivas hacia su participación y colaboración en el conjunto del proceso educativo.
Desde el centro es necesario que se adopten las siguientes medidas:
-Actitud positiva de aceptación ante la colaboración de los padres.
-Informar con periodicidad a los padres de los planes, proyectos, dificultades, que se produzcan en el proceso educativo de sus hijos.
-Solicitar la colaboración de los padres siempre que sea necesario para el proceso educativo de sus hijos.
-Orientar a los padres en aquellos asuntos en los que éstos se encuentren desorientados.
Reflexiones
Es labor conjunta de padres y educadores prevenir, atender y saber cuidar la relación con sus hijos durante el proceso educativo, ya que de ello depende en gran medida los resultados del proceso:
-El rendimiento académico y equilibrio personal.
-El interés por el aprendizaje y su proceso. -El proceso de adaptación en cada etapa educativa.
-El hábito de esfuerzo y motivación por el estudio.
-La disciplina, orden y organización de la actividad escolar.
Estos son algunos de los aspectos que se pueden ver beneficiados si la relación de colaboración-participación familia-escuela logra realizarse en los términos que establece el Proyecto Curricular del centro, es decir, atendiendo a una relación bidireccional, en contacto con el entorno sociocomunitario, como punto de apoyo.
Es importante considerar que la tutoría es el momento más importante del proceso educativo, en el que el profesional de la educación de forma individual o colectiva, atiende, conoce, evalúa, registra datos, realiza seguimiento y empatiza con cada situación familiar.
La tutoría es el espacio educativo que permite el contacto directo, personal y cercano con la familia y el alumno. Es el recurso pedagógico que facilita desde la planificación y la formación adecuada del docente: Orientar, informar, guiar y proponer medidas de prevención/intervención pedagógicas a las necesidades de cada familia.
Un proceso que requiere ser bien cuidado por profesionales y padres, ya que ambos realizan una única tarea: educar a un mismo sujeto; es por ello, que “necesita ser cuidado con gran talento por parte del profesional y con buena disposición por parte de la familia”.
Implicaciones en Educación Secundaria Es importante cuidar durante la etapa de Educación Secundaria procesos tales como, según afirma F. Rivas (1988), el proceso de orientación profesional y vocacional del adolescente. Este proceso le lleva a definir su propio proyecto de vida, un objetivo vital que se describe en términos relacionados con los intereses, preferencias y motivaciones personales, vocacionales y/o educativos.
El interés del adolescente por cuidar su proceso educativo abarca más allá de la relación de coparticipación entre docentes y padres, se dirige al núcleo de amistades y a los patrones socio-comunitarios establecidos; por tanto, esta relación se abre inexorablemente a un entramado social mayor, posibilitando que el adolescente se acerque, conozca, explore, ensaye y defina su propio perfil no sólo profesional, sino personal.
Es por tanto que educadores y padres requieren estar de acuerdo en el trazado del proyecto personal-vocacional del adolescente, para que realicen la función de guía-orientadora en un camino no fácil de definir.
El adolescente requiere ayuda, motivación en su quehacer diario, incluso en su proceso de aprendizaje, la motivación por parte de ambos, docentes y padres, ayudará a que defina progresivamente su identidad personal y afiance su personalidad, como si de un puente se tratara hacia la madurez.
Por tanto, es la tutoría el mejor recurso para poner en práctica lo anteriormente comentado, un espacio de diálogo donde el alumno aprende a autocontrolar sus impulsos y definir sus intereses personales, educativos y vocacionales y es en este espacio, donde los profesionales comparten con el alumno el momento más personalizado del proceso educativo.
Mª Carmen Girón Calero. Licenciada en Psicopedagogía y especialista en atención de alumnos con necesidades especiales
Con la autorización de: http://comunidad-escolar.pntic.mec.es
D) La reflexión en la educación
Una de las causas que se piden a los educadores, tanto padres como profesores, es que tengan unos objetivos claros en su quehacer, de forma que no improvisen en cada ocasión en que tienen que actuar o tomar una decisión.
Estos objetivos o proyecto educativo tienen que ser fruto de la reflexión y esto exige abandonar el mundo exterior y centrarse sobre sí mismo para elaborar los datos obtenidos de la observación externa, formular juicios y proyectar acciones futuras. Esta reflexión es el elemento típico que hace humano a un aprendizaje y le diferencia del aprendizaje animal.
Por parte del profesor se exige reflexionar sobre el propio trabajo con profundidad, rigor y creatividad, con el fin de encontrar soluciones de mejora en su tarea docente.
Por parte de los padres esta reflexión sería tarea de ambos cónyuges para alcanzar un conocimiento preciso de cada hijo, con sus posibilidades y dificultades, y establecer entre ambos unas normas claras de funcionamiento en el hogar y en los estudios. En ocasiones tendrán que contar también con la opinión del tutor o los profesores del colegio para que haya coherencia entre lo que se hace en el colegio y en casa.
También los alumnos han de desarrollar su propio criterio sobre la base de la reflexión. En primer lugar han de buscar el sentido de lo que estudian. En ocasiones la tarea escolar resulta tediosa y aburrida porque el estudiante no sabe por qué y para qué estudia aquello que le obligan desde fuera. Es decir, no tiene conciencia del sentido de lo que está haciendo o que su aprendizaje no es significativo. También los estudiantes han de desarrollar el espíritu crítico ante la televisión, el cine, internet y el resto de los medios de comunicación para distinguir las verdades de las opiniones manipuladoras.. Este espíritu crítico exige reflexión conjunta con los padres y los hijos, sin menospreciar el quehacer del centro educativo en este sentido.
Pero la reflexión en los tiempos actuales es una tarea ardua y llena de dificultades. Por una parte la avalancha de información que nos llega a través de la televisión, la radio, internet, etc. que arrastran al hombre hacia afuera quitándole el reposo necesario para hacerse dueño de su propia vida. Por otra parte, la prisa de hacer las cosas rápidamente y esperar los frutos inmediatos sin vivir la necesaria paciencia y reposo. La reflexión exige silencio en un mundo lleno de música y ruidos diversos y centrarse sobre si mismo en un mundo exterior con abundantes imágenes de todo tipo.
Solzhenitsyn dijo: "¿Cómo proteger el derecho de nuestros oídos al silencio y el de nuestros ojos a la visión interior?" Estas son las condiciones necesarias para hacer posible la reflexión.
Después de analizar la realidad educativa, el educador promueve nuevas programaciones, nuevos ejercicios y formas de enseñar, ejerciendo su creatividad. También el alumno ha de fomentar la creatividad, no sólo en el área de Plástica sino en todo su quehacer. Se podría afirmar que no hay una educación completa si no se promueve y desarrolla la capacidad creativa y reflexiva del alumno.
Arturo Ramo
Tertulia dialogada.
Escribir las dudas sobre este texto y dos ideas interesantes. Contestar por escrito a estas cuatro preguntas y llevarlas después a la reunión general de la tertulia:
1. ¿Por qué es importante la reunión de los padres con el tutor?
2. ¿De qué hablar en la reunión de tutoría?
3. ¿Cómo hacer la tutoría en secundaria?
4. ¿En que deben reflexionar los padres y profesores?
Bibliografía:
Tomás Melendo. Todos educamos mal... pero unos peor que otros. Ediciones Internacionales Universitarias.
Enlaces de Internet:
Restaurar la confianza entre padres y profesores
Continuidad en tutoría y otras consideraciones
El papel de los padres y los profesores
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