- EN LA POLÍTICA INTERIOR. La época imperial de España termina
con Felipe II. Se produjo una decadencia rápida, pues las guerras habían
despoblado los territorios y arruinado la economía.
Felipe III era hijo de Felipe II y
doña Ana de Austria. Era un rey débil y sin voluntad, que podía ser un buen
ciudadano pero no un buen monarca. Dejó las riendas del gobierno en manos
del valido duque de Lerma, que era un charlatán y carecía de talento,
preocupándose de enriquecerse a costa del Estado. Cuando pensaba que lo iba a
expulsar, le nombraron cardenal. El pueblo decía: "Se vistió de colorado para
evitar ser ahorcado".
Lo más
destacado fue la expulsión de los moriscos. Aunque se habían bautizado y eran
cristianos, continuaban practicando los ritos musulmanes. Les perseguía la
Inquisición y tenían que pagar impuestos especiales y agobiantes. Mantuvieron
relaciones con los piratas berberiscos y turcos a los que daban informes para
sus pillajes. Por todo ello se decidió expulsarlos. Desde el punto de vista
económico esta medida fue perjudicial para los intereses nacionales.
- EN POLÍTICA EXTERIOR se preocupó
de conservar la paz, aunque hubo algunas guerras.
+ En Flandes se sublevaron de nuevo
pero se llegó a la Tregua de los Doce años.
+ En Inglaterra, después de morir
Isabel, hubo relaciones amistosas.
+ Las relaciones con Francia también
fueron positivas con matrimonios entre las dos casas reales.
+ En Italia, la ciudad de Venecia
preparó la "conspiración de Venecia" pero fracasó.
2. Señala si estos datos son del
interior o del exterior: