Águilas, gorriones y gallinas |
Sucedió en los Pirineos. Con Federico y otros amigos
escalaba una montaña alta, quebrada y difícil. Hacia la mitad sentimos la
fatiga del esfuerzo. Decidimos descansar. Desde allí admirábamos la grandeza
de aquellos valles enormes. Desde la altura descubrimos una casa de campo. Junto
a ella comían unas gallinas. Algunas daban pequeños saltos; otras lograban
vuelos muy cortos. Cerca de nosotros, unos gorriones subían más arriba de los
pinos. De repente, a lo lejos, aparecieron dos águilas. Con sus
grandes alas extendidas ascendían a las cimas más altas. “¡Qué gran
diferencia!”, comentamos. Las aves de corral apenas eran capaces de volar unos
metros. Los gorriones sólo lograban las pequeñas alturas, Las águilas
conquistaban las cumbres más elevadas.
Las personas son como las aves. Algunas dan saltos de
gallina: sólo hacen lo fácil y lo que les gusta. Son los cómodos, los
cobardes, los incapaces de vencer los obstáculos; sus vidas son tristes y pequeñas.
Otros, son como los gorriones:
comienzan lo difícil pero pronto lo abandonan. Ante la dificultad se rinden y
acobardan. Son débiles y sus vidas también son tristes y pequeñas. Por último,
existen personas que son como las águilas. Poseen metas altas y luchan con
esfuerzo para conquistarlas. Cuando fallan no se desaniman y siguen luchando.
Son fuertes y valerosas; poseen bravura, coraje y heroísmo. Sus vidas son
admirables.
Piensa en ti mismo. ¿Cómo eres? ¿Haces sólo lo fácil
y lo que te gusta, o luchas para conquistar cosas difíciles? No des saltos de
gallina. Sé como las águilas. Conquista las cumbres más altas. “No vueles
-escribe
Miguel Ángel Cárceles. La aventura de acercarse a
Dios. Juvenil Mundo Cristiano.ano.
Juego de palabras |