29. Matrimonios fracasados |
1. Matrimonios en peligro
Los casados por la Iglesia saben que el matrimonio religioso resulta indisoluble y que algunos pueden fracasar. Las personas interesadas sufren durante el resto de su existencia profundas heridas.. El fracaso del matrimonio hace daño.
Quienes padecen las consecuencias son, por lo común, los hijos, tanto los hijos disputados como los abandonados. Las disputas conyugales, las pagan, a veces durante toda la vida, los hijos inocentes.
El divorcio canónico, en sentido estricto, no existe y cada uno de los separados no puede casarse de nuevo hasta que el otro cónyuge haya muerto o bien hasta que la Iglesia declare que el antiguo matrimonio fue nulo, es decir, que no existió nunca. La declaración de nulidad no significa que se ha cancelado un matrimonio, sino que desde el principio no fue válido, es decir, que de hecho ese matrimonio jamás ha existido.
(Pintura: Almuerzo en el campo. BAYEU Y SUBÍAS, Francisco. Museo del Prado. Madrid).