A la Nanita Nana |
A la nanita nana, nanita ea, nanita ea,
mi Jesús tiene sueño, bendito sea,
bendito sea.
Fuentecilla que corres clara y sonora
ruiseñor en la selva cantando lloras
callad mientras la cuna se balancea
a la nanita nana, nanita ea.
A la nanita nana, nanita ea, nanita ea,
mi Jesús tiene sueño, bendito sea,
bendito sea.
Manojito de rosas y de alelíes
¿qué es lo que estás soñando que te sonríes?
Cuáles son tus sueños, dilo alma mía, mas
¿qué es lo que murmuras? Eucaristía.
A la nanita nana, nanita ea, nanita ea,
mi Jesús tiene sueño, bendito sea,
bendito sea.
Pajaritos y fuentes, auras y brisas
respetad ese sueño y esas sonrisas
callad mientras la cuna se balancea
que el Niño está soñando, bendito sea.
A la nanita nana, nanita ea, nanita ea,
mi Jesús tiene sueño, bendito sea,
bendito sea.
(Autor y compositor: Segundo Cueva Celi (Ecuador)
Letra facilitada por Ana María Faria
Música facilitada por Christmas International)
(De www.navidaddigital.com).
LA VIRGEN CON EL NIÑO
Lope de Vega (1562-1635)
La Niña a quien dijo el
Ángel
que estaba de gracia llena,
cuando de ser de Dios madre
le trujo tan altas nuevas,
ya le mira en un pesebre,
llorando lágrimas tiernas,
que obligándose a ser hombre
también se obligó a sus penas.
¿Qué tenéis, dulce Jesús?,
le dice la Niña bella;
¿tan prestos sentís, mis ojos,
el dolor de mi pobreza?
Yo no tengo otros palacios
en que recibiros pueda,
sino mis brazos y pechos
que os regalan y sustentan.
No puedo más, amor mío,
vos sabéis que vuestros cielos
envidiarán mi riqueza.
El niño recién nacido
no mueve la pura lengua,
aunque es la sabiduría
de su eterno Padre inmensa.
Mas revelándole el alma
de la Virgen la respuesta,
cubrió de sueño en sus brazos
blandamente sus estrellas.
Ella entonces desatando,
la voz regalada y tierna,
así tuvo a su armonía
la de los cielos suspensa.
Pues andáis en las palmas,
Ángeles santos,
que se duerme mi niño,
tened los ramos.
El niño divino,
que está cansado
de llorar en la tierra
por su descanso,
sosegar quiere un poco
de tierno llanto, que se duerme mi niño,
tened los ramos.
Rigurosos yelos
le están cercando,
ya veis que no tengo
con qué guardarlo.
Ángeles divinos
que vais volando,
que se duerme mi niño,
tened los ramos.
Ejercicio: Noche de reyes
Artículo: Contra el aborto, oración y ayuno
®Arturo Ramo García.-Registro de Propiedad Intelectual
de Teruel nº 141, de 29-IX-1999
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