Vendedor de felicidad |
Es la historia de un hombre que estaba harto de llorar.
Miró a su alrededor y vio que la felicidad la tenía delante de sí.
Estiró la mano y la quería coger.
La felicidad era una flor. La cogió y aún no la tenía en la mano cuando ya se deshojó.
La felicidad era un rayo de sol. Levantó los ojos para calentarse la cara y, de repente, una nube la apagó.
La felicidad era una guitarra. La acarició con los dedos. Las cuerdas empezaron a chirriar.
Cuando al atardecer llegaba a casa, el buen hombre continuaba llorando.
Al día siguiente, continuó buscando la felicidad.
Al borde del camino había un niño que lloriqueaba.
Para tranquilizarlo cogió una flor y se la dio.
La fragancia de la flor perfumó a ambos.
Una pobre mujer temblaba de frío cubierta con sus trapos.
Él la acompañó hasta el sol y también él se calentó.
Un grupo de niños cantaba.
Él los acompañó con su guitarra.
También él se deleitó con aquella melodía.
De regreso a casa, de noche, el buen hombre sonreía de verdad.
Micaló P. Plantes. E. “Vivre enfora”
SUGERENCIAS METODOLÓGICAS
Objetivo.- Buscar la felicidad de los demás.
Contenido.-
Felicidad
El ser feliz no es un estado de ánimo, es una actitud
constante...
Como muchos de los temas más profundos de nuestras vidas,
todos tenemos una noción interna sobre qué es la felicidad, pero nos parece
muy difícil explicarla. Ocurre lo mismo al pensar en conceptos como
"Justicia" o "Solidaridad".
Generalmente cuando pensamos en felicidad vemos sus efectos,
pero pocas veces analizamos con cuidado sus causas: ¿Qué nos hace felices? ¿Es
posible que esta felicidad sea un estado permanente?
Es fácil confundir la felicidad con el bienestar. Por eso
muchas personas tienden a equivocar el sentido de los bienes materiales en sus
vidas, creyendo que les dará una felicidad que nunca encuentran. Y es que las
cosas materiales nos dan bienestar: es más cómodo viajar en un coche que en un
transporte público, es agradable tener abrigo cuando hace frío, ese necesario
tener algo qué comer. Pero ese bienestar no tiene nada que ver con la
felicidad.
La felicidad es un concepto mucho más profundo de
estabilidad, seguridad, esperanza. La felicidad no es la falta de problemas o la
ausencia de dificultades. ¿Se puede ser feliz enmedio de una tormenta? Sí,
porque la felicidad no es algo que esté necesariamente fuera de nosotros. El
primer sitio donde debemos encontrarla es en nuestro interior. Es muy difícil
ser feliz con una actitud de resentimiento o de enojo hacia la vida. Tampoco se
puede ser feliz si depositamos nuestro corazón en cosas materiales o en las
personas equivocadas. El vivir de manera continua un conjunto de valores nos
brinda la estabilidad necesaria para sentirnos completos. La felicidad tiene
mucho que ver con el vacío o plenitud de nuestras vidas en su sentido más
profundo.
Pero la felicidad no está únicamente en nosotros mismos,
también está en el darnos a los demás: la generosidad en la amistad, la ayuda
al desvalido, el apoyo en los momentos difíciles. El volcarnos hacia los demás
es una de las fuentes más preciosas para una genuina felicidad.
En este mundo actual de teléfonos móviles, Internet y
tecnología es fácil centrarnos en nosotros mismo y nuestros problemas y también
es fácil olvidarnos de los demás. Sin embargo en la medida en la que nos
preocupamos más por los demás y menos por nosotros mismos se resuelven dos
problemas: el de la persona a la que estamos ayudando, y el nuestro porque
nuestra vida cobra un nuevo sentido.
La felicidad también tiene mucho que ver con nuestra actitud
hacia los problemas y las preocupaciones, que siempre estarán presentes en
nuestras vidas de una forma o de otra, sin embargo una actitud positiva y una
esperanza continua ayudan muchísimo más que una actitud pesimista, un
encerrarse en sí mismo y una visión "amarga" de la existencia. La
felicidad es el resultado de un esfuerzo constante para superar los problemas o
de un trabajo intenso y continuado por mucho tiempo. No se es optimista porque
todo sale siempre bien, sino porque aunque las cosas salgan mal, se confía en
que siempre habrá personas que nos ayudarán a superar las dificultades.
El
ser feliz no es un estado de ánimo, es una actitud constante; para lograr esto
podemos considerar como fundamental:
- Aprender a disfrutar de las pequeñas y cotidianas cosas de
nuestra vida: la conversación, el descanso, el trabajo, la naturaleza, la
amistad...
Debemos ser conscientes que el afán desordenado por
encontrar satisfacciones conduce a una falsa felicidad, es decir, simplemente un
placer..
- Ver en nuestras ocupaciones cotidianas un motivo de
Felicidad.
Cualquiera que sea nuestro trabajo, es la expresión de lo que podemos y sabemos
hacer. Realizarlo con entusiasmo, bien hecho y completo se convierte en una
satisfacción y nuestra carta de presentación en la sociedad en que vivimos.
- Aceptar nuestras cualidades y limitaciones sin renunciar a
mejorar. Con frecuencia podemos centrar nuestra atención en las cosas que nos
faltan (bienes, mejor puesto en el trabajo, capacidad de relación social).
Debemos aprovechar el tiempo en encontrar todo aquello que nos ayuda a
superarnos: estudiar más, prepararnos para trabajar en la labor que mejor
desempeñamos o acercarnos a las personas que nos puedan enseñar y sugerir
mejores alternativas.
- Tener una actitud positiva ante las personas y las
circunstancias.
Esto implica la comprensión que tengamos hacia los errores y actitudes de los
demás, evitando provocar problemas y conflictos. Siempre será mejor enseñar
como se pueden hacer mejor las cosas, valorando el esfuerzo y los logros
obtenidos.
Ser perseverantes en las dificultades, esforzándonos por
descubrir lo positivo de los problemas, tratando de sacar provecho de la
experiencia.
- Hacer lo posible por crear un ambiente agradable: contando
anécdotas, organizando pequeños torneos deportivos para los amigos o la
familia, festejar los cumpleaños, ver una película que sea divertida... Por lo
general no se requiere de organizar grandes eventos, lo más sencillo es lo
mejor.
La Felicidad esta implícita en la vivencia de los demás
Valores, cada uno de ellos nos aporta la posibilidad de llevar una vida plena,
positiva y llena de optimismo.
No podemos renunciar a ser felices, aprendiendo nosotros,
estamos en condiciones de hacer felices a quienes nos rodean, enseñando que la
felicidad no esta en tener una vida fácil, sino en procurarnos mutuamente la
alegría, el apoyo y dirección en todo momento.
Con autorización de: www.encuentra.com
Actividades.-
1. Formar equipos y leer el texto.
2. El secretario escribe las contestaciones a estas preguntas:
a) ¿Por qué lloraba este hombre?
b) ¿Qué pasó cuando cogió la flor para él?
c) ¿Y con el rayo de sol y la guitarra?
d) ¿Qué pasó cuando le ofreció la flor a la niña?
e) ¿Por qué el segundo día estaba feliz?
f) ¿Cómo podemos encontrar nosotros la felicidad?
3. Los secretarios de los equipos leen las contestaciones a e) y f)
| Pintura: Lawrence, Sir Thomas | Otros: Neoclasicismo |
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