Los hermanos Macabeos |
Al norte de Palestina reinaba Antioco IV Epifanes que conquistó Egipto. De regreso pasó por Jerusalén y por toda Palestina ( 169 a. C.). Robó los tesoros del templo; mató a muchos judíos y se volvió a su tierra. Dos años después envió un comisario de tributos con poderoso acompañamiento a todas las ciudades de Judea. En Jerusalén asesinó a muchos de sus habitantes, saqueó la ciudad y la entregó a las llamas.
Para colmo de males Antíoco publicó un edicto por el cual todas las naciones que estaban bajo su dominio debían abandonar sus leyes particulares y su religión, para formar un solo pueblo.
Muchos se mantuvieron fieles a la alianza con Dios. Como aquella madre y sus siete hijos: Uno a uno, del mayor al menor, en presencia de los otros y de la madre fueron mutilados, azotados, torturados de diversas maneras y quemados. Durante los tormentos, la propia madre les daba aliento. La persecución fue cruel en toda Palestina.
Algunos se escondieron en las cuevas del desierto. Las patrullas del rey los encontraron un día de sábado y, por no quebrantarlo luchando, unas mil personas se dejaron matar sin oponer resistencia.
(I y II Macabeos)
(Texto adaptado por D. Samuel Valero. Biblia infantil. Editorial Alfredo Ortells, S.L. Valencia. página 144)
SUGERENCIAS METODOLÓGICAS
Objetivo.- Ser valiente para defender nuestra fe.
Contenido.-
La valentía de estos jóvenes aparece como el efecto del buen ejemplo dado por
Eleazar. La intervención de la madre divide la escena en dos partes. la primera
con el martirio de los seis hermanos mayores; la segunda con el martirio del
menor y de la madre.
En la primera parte aparece progresivamente la afirmación de
la resurrección de los justos y el castigo de los malvados. Cada una de las
respuestas de los seis primeros hermanos contiene un aspecto de esa
verdad. El primero afirma que los justos prefieren morir antes de pecar porque
Dios les premiará; el segundo, que Dios les resucitará a una vida nueva; el
tercero, que resucitarán con sus cuerpos rehechos; el cuarto, que para los
malvados no habrá "resurrección a la vida"; el quinto, que para los
malvados habrá castigo; y el sexto, que cuando el justo sufre se debe a que es
castigado por el pecado.
En la segunda parte, tanto la madre como el hermano menor
reafirman la doctrina anterior; pero éste último ofrece un aspecto nuevo,
afirmando que la muerte aceptada por los justos tiene un valor expiatorio en
favor de todo el pueblo.
La resurrección de los muertos que "fue revelada
progresivamente por Dios a su pueblo" (Catecismo de la Iglesia Católica,
n. 992) se apoya primero en las palabras de Moisés acerca de que Dios
consolará a sus siervos y si éstos mueren prematuramente recibirán el
consuelo en la otra vida. Es el argumento del primero de los hermanos, que
supone que Dios "mantiene fielmente su Alianza con Abrahán y su
descendencia" En el razonamiento de la madre la fe en la resurrección se
impone "como una consecuencia intrínseca de la fe en un Dios creador del
hombre todo entero, alma y cuerpo" Nuestro Señor Jesucristo ratifica la
resurrección de los muertos y la une a la fe en Él; al mismo tiempo purifica
la representación de la resurrección que tenían los fariseos, resultado de
una interpretación meramente materialista.
(Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Sagrada Biblia. Libros históricos. Página 1390. Nota 7, 1-42.)
Actividades.-
1. Los chicos leen el texto y el profesor comenta el Contenido. Luego contestan a estas preguntas:
a) ¿Qué hizo Antioco IV Epifanes?
b) ¿Qué decía el edicto de Antioco?
c) ¿Qué les hicieron a los siete hermanos Macabeos?
d) ¿Qué hacía su madre?
e) ¿Por qué se dejaron matar las mil personas?
2. Dos chicos leen sus respuestas.
Artículo: Coherencia educativa entre la pareja...¿se puede conseguir?
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