Caín y Abel |
Adán y Eva tuvieron un hijo que le llamaron Caín, diciendo: He adquirido un hombre por merced de Dios. Mas tarde nació Abel. Abel fue pastor de ovejas y Caín, labrador.
Ambos ofrecían sacrificios a Dios. Abel era generoso y sacrificaba lo mejor de su ganado; esto agradaba a Dios y lo bendecía. Caín, dominado por el egoísmo, siempre ofrecía lo peor de sus cosechas, y Dios rechazaba su ofrenda.
En el corazón de Caín fue naciendo la envidia hacia Abel. En su interior oía la voz de Dios que le decía:
-¿Por qué andas triste? ¡Obra bien y estarás alegre, pero si no, el pecado estará a tu puerta como una fiera al acecho!
Caín no quiso dominar sus malas inclinaciones. Y un día, estando solos en el campo, se arrojó sobre Abel y lo mató.
Este primer asesinato llegó como un grito hasta el cielo. Inmediatamente preguntó Dios a Caín:
-¿Dónde está tu hermano Abel?
-No lo sé. ¿Soy acaso yo guardián de mi hermano?
Y Caín se apartó de Dios.
Huyó de aquellas tierras y anduvo errante. Agobiado por su crimen, temía morir a manos de cualquiera; pero Dios le puso una señal para que nadie lo matara. Por fin, se quedó a vivir con su mujer en la región de Nod.
Adán y Eva aún tuvieron un nuevo hijo, de buen corazón como Abel, a quien pusieron el nombre de Set.
(Génesis 4)
(Texto adaptado por D. Samuel Valero. Biblia infantil. Editorial Alfredo Ortells, S.L. Valencia. página 30)
SUGERENCIAS METODOLÓGICAS
Objetivo.- Conocer las consecuencias del pecado y ofrecer nuestras obras a Dios.
Contenido.-Ofrecimiento de obras. Relata el libro del Génesis que Abel presentaba a
Yahvé las primicias y lo mejor de su ganado. Y le fue grata a Dios la ofrenda
de Abel y no lo fue la de Caín, que no ofrecía lo menor de lo que cosechaba.
Abel fue "justo", es decir, santo y piadoso. Lo que
hace mejor la ofrenda de Abel no es su calidad objetiva, sino su entrega
y generosidad. Por esto Dios miró con agrado sus víctimas y tal vez envió
-según una antigua tradición judía- fuego para quemarlas en señal de
aceptación.
También en nuestra vida lo mejor ha de ser para Dios. Hemos
de presentar la ofrenda de Abel y no la de Caín. Para Dios ha de ser lo mejor
de nuestro tiempo, de nuestros bienes, de nuestra vida. No podemos darle lo
peor, lo que sobra, lo que no cuesta sacrificio o aquello que no necesitamos.
Para Dios toda la vida, pero incluyendo los años mejores.
(Fernández Carvajal, Francisco. Hablar con Dios. Tomo III. Página 369 y siguientes. Ediciones Palabra.)
Actividades.-
1. Sacar el texto por impresor, hacer fotocopias y repartirlas a los alumnos.
2. Se forman equipos y contestan a estas preguntas:
a) ¿Cómo se llamaban los hijos de Adán y Eva?
b) ¿A qué se dedicaban Caín y Abel?
c) ¿Qué le ofrecían a Dios?
d) ¿Por qué mató Caín a Abel?
e) ¿Qué podemos ofrecer nosotros cada día a Dios?
3. Escribir en la pizarra las contestaciones a la pregunta e).
| Pintura: Siberechts, Jan | Otros: Barroco (d) |
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