Mandar a la porra |
Antiguamente, en el ámbito militar, el soldado que ejecutaba
el tambor mayor del regimiento llevaba un largo bastón, con el puño de plata y
mucha historia detrás, al que se llamaba "porra". Por lo general,
este bastón era clavado en un lugar alejado del campamento y señalaba el lugar
al que debía acudir el soldado que era castigado con arresto: "Vaya usted
a la porra", le gritaba el oficial y el soldado, efectivamente, se dirigía
a ese lugar y permanecía allí durante el tiempo que se mantenía el castigo.
Posteriormente, fue cambiada la forma de castigo, pero la expresión mandar a la
porra quedó en el uso del lenguaje del pueblo con un matiz netamente
despectivo.
Profesor Esteban Giménez
| Formación: La Biblia | Otros: Religión pequeños |
®Arturo Ramo García.-Registro de Propiedad Intelectual
de Teruel nº 141, de 29-IX-1999
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