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Mi vida |
Por Don Samuel Valero Lorenzo
34> MI VIDA
(A un amigo con depresión)
Noche cerrada,
tu vida
sin luna ni estrellas;
oscura galería
sin entrada ni salida,
todo encrucijada.
sin saber decidir
ni si abajo ni si arriba,
ni delante ni si atrás;
vértigo esencial
al borde del vacío,
llanto sin sentido,
tristeza abismal.
Tu vida, necesita
la mano de otra vida .
.....
Y llegará la aurora
envuelta en niebla
con el Sol al otro lado;
amanecerá el día
y brillará la luz
de un acorde
en el pentagrama
de tu vida.
(21-VIII-2003)
35> ¿A TUS AÑOS, sonetero?
Poema de endecasílabos versos
de palabras pensadas, medidas,
justas, templadas, sometidas,
cual novillo en lances de torero;
los versos del poeta de sonetos
en perfectas consonancias elegidas
sin cesión a licencias permitidas
más que al forzado ripio traicionero,
de hechuras de poema eximio
con retocadas palabras logrado,
a rígida sintaxis sometido,
en rumiado devaneo elaborado,
tan cuadrado como un silogismo,
me parece un poema encorsetado.
I
Prefiero las palabras libres,
sin cotos ni jaulas,
brochazos, impactos,
atracos a la fantasía,
a la imaginación,
armonía al sentimiento,
belleza al pensamiento,
ritmo cadencioso al corazón,
Palabras frescas, sinceras,
ingenuas, sencillas,
de dedos sueltos
que desabrochen
la camisa que viste el universo.
- ¿Y pretendes, a tus años,
empezar a escribir versos?
- Si hay poemas buenos,
serán de quien los lee,
no del que los hace.
(7-X-2003)
36> EL VELO DEL TIEMPO
Su muerte inclinada
en el lecho de espinas,
rasgó el viejo velo del templo:
el pacto antiguo cesó,
e instaura la novedad
de otra Alianza,
al otro lado del velo.
. . . . . . . . . . .
Quebrados sus días,
el hombre,
con todo lo que se rompe,
también su velo del tiempo
se rasga, y pasa
al otro lado del velo.
Los nuevos hijos del Padre,
desde el polvo de su muerte
rescatada,
se abren a una otra vida,
dichosa y definitiva,
en espera de ser carne
resucitada,
al otro lado del velo.
(9-X-2003)
37> NUESTRAS PALABRAS
Me ha llegado el otoño:
mañanas de niebla opaca
y tardes de sol oblicuo.
Se me vienen las palabras
y con ellas, sentimientos:
palabras que intuyan misterios,
que rían con la alegría,
que adivinen que hay vida
detrás de cada muerte,
palabras bellas que canten
la belleza de las cosas,
y el amor que nos envuelve.
Su palabra es el hombre,
la heredad y el cortejo
cadencioso de su mente.
Que describe, que roza,
que golpea, que pinta:
la muerte del sol por la tarde,
el llanto de aquel niño,
el de las hojas caídas,
la nostalgia de los bríos de antaño,
el insomnio por una palabra
que adorne estos versos,
que abofetee y haga volver en sí
al desmayo de los días.
La realidad queda al margen,
intacta, inmutable.
Las palabras nuestras:
enamorados danzantes
en torno a la entraña de las cosas.
(6-X-2003)
38> ESTE MOMENTO
Han tenido que pasar
75 años,
9 meses y 20 días,
hasta llegar a este momento
ante el ordenador en blanco,
para intentar estos versos.
Han quedado en nada
las mil otras cosas
que podía haber hecho:
una sola en cada instante,
que ha sido, y es ahora,
encrucijada de elecciones,
de renuncias,
tentaciones, decisiones,
comodidades, dudas,
egoísmos, vanidades,
limitaciones, omisiones...
hasta llegar libremente
a sólo este momento
entre millones.
(14-X-2003)
39> DESAMOR
Los brazos
del hombre,
también los de Dios,
abarcan
lo que abarca
su amor.
Como la vieja parra,
que alarga
sarmientos
hasta abrazar
sus dulces racimos.
El desamor
amputa
los brazos:
como vid
recién podada.
sin esperanza
de primavera.
(15-X-2003)
40> OTOÑO
En la vega, los chopos
orlan con oro las curvas del río.
Los álamos del regato,
pinceladas de rojo
entre las peñas del barranco.
Las hojas que caen,
copos pintados
en los charcos del camino.
Arriba, en la sierra,
los pinares se oscurecen,
y huele a hongos la broza:
el manto mullido
de piñas, de hojas,
de migajas de leña, caídas.
Las praderas, agostadas,
son alfombras tendidas
en espera de la lluvia.
La naturaleza, rendida
a la verde exuberancia
de sus flores y cosechas,
se toma vacaciones
en otoño.
(15-X-2003)
41> LA DONCELLA
¿Para qué son las estrellas,
para qué todas las flores
y las rosas y el rocío?
- Todo, por una doncella.
Que el azul y chiribitas
de los cielos
se miren en sus ojos;
que adornen las flores su cabello;
que las gotas de rocío en primavera
sean sortijas de sus dedos;
que las rosas envidien
la frescura adolescente
de su rostro,
y en sus labios se abran
recatados los capullos.
- Todo, por una doncella:
nieve en copos de pureza,
flor diligente de almendro,
amanecer placentero
de alondras y de trinos,
violeta escondida
bajo la sombra del alba,
sencillez de la semilla,
verdor en tierra parda,
mies de dorada campiña,
serena lluvia de otoño
sobre agostadas praderas.
Arco iris perfumado de romero,
de tomillo, de ajedrea.,
portal entre las nubes
que le brinda paso al Sol
Sólo Dios, y enamorado,
pudo hacerla tan bella:
- Ave, María graciosa....
- Hágase, responde con
ágil corazón de gacela.
...........
La Doncella ya es su Madre;
y también mi madre tierna.
(25-X-2003)
42> BIOGRAFÍA en un refrán.
Dime de dónde vienes:
- ¿lo tengo que decir?
Dime hacia dónde irás;
- volveré al mismo lugar.
Dime con quiénes andas:
- con mis amigos de bar.
Y te diré... (tú mismo,
si te atreves,
puedes decir) quién eres:
- El de unas copas demás.
(22-XI-2003)
43> AMOR EN SILENCIO
Quieres hacer de tu vida un poema
no de versos con palabras tejido;
de trabajo con empeño vivido,
de amor que, aunque escarcha, te quema.
De amor que al silencio no tema
ni tema estar sometido al olvido
ni se olvide de vivir encendido
en ascuas de una callada hoguera.
Cuando el vendaval final de esta vida
los espejos abata en pedazos,
que a tus brasas inflame su brisa;
a tu corazón inunde el abrazo
de su inefable y bella Sonrisa,
y te arrulle su eterno Regazo.
Sólo al final, las campanas repican,
vuelan los copos de otoño dorados.
(27-XI-2003)
44> GENEALOGÍA
Hijo, se creía, de José,
hijo de Jacob, hijo de
David, hijo de Abraham,
hijo de..., hijo de Adán.
Hijo del Hombre, en verdad,
eslabón de una cadena
de gentiles, de tiranos,
de idólatras, de profetas,
de prostitutas, de reyes,
de tiranos, de esclavos.
de justos, de ladrones,
cadena que él arrastra,
simiente tras simiente,
heredada de la sima original.
Con razón, Hijo del Hombre.
. . . . . . . . . . .
Y en la harina del trigo,
semilla, por milenios,
tras semilla prolongado;
y en el vino del racimo
de una cepa, de esqueje
tras esqueje, hasta hoy llegado,
toma corporal presencia
en este pan y este vino,
también con abolengo
de pedriscos, de sequías,
de plagas, de temperos...
¡Es que, además, sólo Él tiene
palabras de vida eterna!
(21-XII-2003)
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®Arturo Ramo García.-Registro de Propiedad Intelectual
de Teruel nº 141, de 29-IX-1999
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