7. Caso Tomás "El clima familiar" y Nota técnica "Hablar con los hijos" |
1º Paso. Estudio individual del caso Tomás "El clima familiar"
SITUACIÓN:
Tomás es un gran
empresario, hecho a sí mismo. Empezó con muy
poco, y ahora, con menos de cuarenta años,
tiene ya un patrimonio nada despreciable.
Eso sí, le lleva un trabajo enorme. Viaja
mucho, come y cena casi siempre fuera de
casa y, la verdad es que apenas puede pasar
tiempo con su mujer y sus dos hijos.
De vez en cuando piensa en
que las cosas no deberían ser así, pero casi
nunca esas ideas le duran mucho. La urgencia
de atender miles de compromisos le hace
olvidarlas pronto. Lo que sí advierte es que
se enfría cada vez más la relación con su
mujer y sus hijos. Se hablan poco, viven
como indiferentes unos de otros. Se ha
creado un clima de individualismo, de mucho
consumo y poca preocupación por los demás, y
los roces surgen de modo inevitable a la
menor ocasión.
Un día, al volver a casa,
palpa esa realidad de un modo muy doloroso.
Además, durante las últimas semanas ha
sufrido unos serios reveses en sus negocios,
a causa de varias operaciones importantes
que han fallado por la deslealtad de uno de
sus socios. Tomás siente una gran sensación
de fracaso vital, una frustración que jamás
había imaginado que pudiera llegarle a él,
tan acostumbrado siempre a triunfar: "He
sacrificado casi todo por el trabajo, y
ahora se me hunde, y me encuentro sin
ilusión por trabajar, y además veo que, por
mi culpa, estoy sin el cariño de mi mujer y
de mis hijos".
OBJETIVO:
Recuperar el buen clima familiar.
MEDIOS:
Tener una clara jerarquía de valores.
MOTIVACIÓN:
Poner ilusión en las cosas
de la casa y de la familia, para manifestar
con hechos el cariño y para que todos
también se sientan queridos.
HISTORIA:
Tomás estaba muy abatido.
Por suerte, se encontró durante esos días
con un viejo amigo, al que confió todas sus
preocupaciones. Aquel desahogo le alivió de
una forma sorprendente y clarificó mucho las
ideas en su cabeza.
En aquella conversación
sacó varias conclusiones, pero la primera y
más clara es que debía empezar por reconocer
su error, y así lo hizo. Nada más volver a
casa, habló largamente con su mujer y le
pidió perdón por las innumerables
desconsideraciones que había tenido con ella
a causa de su excesiva dedicación al trabajo
durante todos esos años.
Su mujer no se lo esperaba,
y lo acogió muy bien. Ella también le pidió
perdón, pues –decía– "hemos sido todos los
que nos hemos deslizado por esa pendiente
del egoísmo, de refugiarnos cada uno en
nuestro trabajo, de tener mucho de todo pero
pensar poco en los demás".
RESULTADO:
Aquella conversación con su
mujer fue decisiva. Los dos supieron estar a
la altura de las circunstancias, y gracias a
eso las cosas cambiaron bastante en poco
tiempo. Se dieron cuenta de que aquel
fracaso económico podía ser providencial,
pues había facilitado que cayeran en la
cuenta de muchos de sus errores.
Comprendieron la necesidad de unirse más en
la familia y de tener una clara jerarquía de
valores, tanto en sus intereses como en el
empleo de su tiempo.
Tomás comprendió que había
caído en la trampa del exceso de actividad,
del dejarse absorber por el ajetreo y el
torbellino de la vida, en el afán de
trabajar cada vez más, para trepar más
rápido por la escalera del éxito, para
descubrir al final que... la escalera estaba
apoyada en una pared equivocada.
No fue fácil cambiar el
ambiente de la casa, pues las inercias
siempre pesan mucho, y cuesta trabajo
superar todo ese cúmulo de pequeños egoísmos
que se habían hecho habituales. Procuraron
hablar mucho, decirse las cosas con lealtad
y cariño, y ser muy constantes en su empeño
por mejorar el clima familiar.
Las cosas cambiaron
bastante en unos meses, y pocos años después
todos veían aquel revés económico como lo
mejor que les había sucedido en muchos años.
La familia estaba mucho más unida –también
era mayor, pues tuvieron dos hijos más–, y
aunque los ingresos no eran los de antes,
disfrutaban mucho más de lo que tenían.
Comprobaron que el éxito en
la vida no está en ganar mucho dinero, tener
muchas cosas, o hacer muchas cosas, sino en
hacer lo que estamos llamados a hacer, y
establecer una juiciosa distribución de
nuestro tiempo, en el que tenga cabida el
trabajo, la familia, las amistades, la
propia formación, la atención de otras
obligaciones, etc.
Alfonso Aguiló.
Con la autorización de:
www.interrogantes.net
2º paso. Trabajo en equipo para contestar a cinco cuestiones
a) ¿Cómo era el trabajo de Tomás?
b) ¿Qué influencia tuvo el trabajo en la vida familiar?
c) ¿Qué pasos siguió Tomás para recomponer la situación?
d) El papel de la mujer.
e) ¿Qué consecuencia sacaron?
3º paso. Puesta en común del gran grupo
4º paso. Descanso de 15 minutos
5º paso. Estudio individual de la Nota técnica "Hablar con los hijos"
Una agencia publicitaria de Estados Unidos hizo un estudio sobre los gustos y tendencias de la nueva generación de padres de algo más de treinta años, que llamaremos padres jóvenes. Cuando estos fueron pequeños sufrieron las contradicciones de vivir en una familia donde los padres trabajaban (padres mayores) y dedicaban muy poco tiempo a los hijos. Con dos sueldos en la familia, nunca tuvieron privaciones materiales ni les faltaron las comodidades más comunes, pero sintieron la falta de un hogar y la dedicación de sus padres para hablar y convivir en el seno de la familia.
La profesionalitis o dedicación excesiva al trabajo de los padres mayores es para la nueva generación de padres jóvenes una estupidez. Estos no desprecian el dinero, pero buscan en el trabajo otros valores como la participación a la hora de tomar decisiones y el respeto al fin de semana para dedicarlo a la familia.
A veces se habla con los hijos cuando hay algún problema o para dar permiso en una salida nocturna o para pedir dinero o para comentar las notas del colegio. Pero hay que promover un ambiente favorable en el que se pueda hablar de todo con naturalidad. San Josemaría Escrivá hablaba de crear “hogares luminosos y alegres” en los que en una tertulia familiar todos comentaban las incidencias y aventuras cotidianas. Una norma general sería estar dispuesto a escuchar a los hijos cuando estos muestren deseos de decir algo. Aunque los padres estén haciendo una cosa aparentemente muy interesante, lo más importante en ese momento es atender y hablar con el hijo de eso que le preocupa. A partir de ahí podrán entrar en su mundo, comprenderlo y poder abrirles nuevos horizontes en su vida personal y estudiantil.
Arturo Ramo García
6º paso. Trabajo en equipo para contestar a cinco cuestiones
a) Situación de los padres jóvenes.
b) Conducta de los padres mayores.
c) ¿Cuándo hablan con los hijos?
d) ¿Qué recomienda San Josemaría?
e) ¿Cómo mejorar las relaciones entre los esposos?
7º paso. Puesta en común del
gran grupo
| Pintura: Nattier, Jean-Marc | Otros: Barroco (c) |
®Arturo Ramo
García.-Registro de Propiedad Intelectual de Teruel nº 141, de 29-IX-1999
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