2. Caso Natalia "Timidez" y Nota técnica "Vencer la timidez" |
1º Paso. Estudio individual del caso Natalia "Timidez"
SITUACIÓN:
Natalia tiene 14 años y es muy tímida. Sus padres no saben
bien por qué, pero desde muy pequeña es así. Tienen la impresión de que no han
conseguido acertar en este punto en su educación, y que incluso ellos mismos han
debido tener bastante culpa, pues al verla tan tímida han tendido siempre a
protegerla más de lo debido.
Se lo han planteado varias veces en los últimos años, y han
probado diversos sistemas que pensaban que podían ser útiles, pero todos han
tenido poco éxito. Primero quisieron que hablara e hiciera demostraciones de
naturalidad delante de otras personas, o forzarla un poco a hablar en público,
pero sólo conseguían pasar todos un mal rato. Luego pensaron en hablar
directamente con ella sobre el asunto de su timidez, pero no consiguieron
arrancarle ni una palabra en claro. Finalmente, se empeñaron en apuntarla en el
grupo de teatro del colegio, para que se soltara un poco, pero ella se negó
rotundamente.
OBJETIVO:
Superar la timidez.
MEDIOS:
Fomentar su seguridad personal.
MOTIVACIÓN:
Ganarse más su confianza y potenciar sus puntos fuertes.
HISTORIA:
Los padres de Natalia tuvieron ocasión de comentar sus
preocupaciones con un matrimonio amigo con el que coincidieron en la boda de un
pariente. Eran unos antiguos conocidos, muy abiertos y con una demostrada
experiencia en educación. La conversación fue muy animada, y salieron de allí
con algunas ideas prácticas. Primero, no obsesionarse con el asunto. Segundo,
descubrir puntos fuertes en su hija y fomentarlos, pero sin hacer cosas raras,
pues si ella se sentía observada o tratada como un "caso preocupante", sólo
lograrían potenciar su timidez. Y tercero, ganar en confianza con su hija, pues
"el hecho de que Natalia hable poco —les había dicho su amiga—, no quiere decir
que tenga pocas cosas que decir, sino que ella no encuentra suficiente confianza
para decirlas."
"Es verdad —comentaba la madre de vuelta a casa—, ahora lo
veo todo bastante claro. El hecho de que Natalia hable poco no quiere decir que
tenga la mente en blanco, sino que para expresarse requiere un marco de
confianza mayor que el que han necesitado sus hermanos. La solución no está ni
en protegerla más ni en hacerle pasar vergüenza, sino en ganarse más su
confianza y hacer que se sienta más segura."
RESULTADO:
Procuraron poner en práctica lo que habían quedado. Pensaron
que era necesario escuchar más a su hija, pero de forma natural, aprovechando
las ocasiones normales de la vida diaria. Se dieron cuenta de que bastaba con
poner más interés en lo poco que Natalia solía decir, y hacer preguntas
sencillas sobre lo que intuían que ella sabía. Pronto encontraron amplios temas
que eran de interés para su hija, y vieron que hablaba de ellos con sorprendente
soltura. Descubrieron, por ejemplo, que Natalia sabía mucho de música y de
literatura, y sus padres tuvieron el buen sentido de interesarse más por esos
temas y pronto empezaron a surgir conversaciones con ella de una duración hasta
entonces impensable.
También se dieron cuenta de que Natalia se crecía cuando se
le preguntaba ante otras personas sobre esos temas que dominaba bien.
Comprendieron algo bastante elemental, pero muy importante y no siempre
evidente: para superar la timidez la solución no es exponer a esa persona a que
se sienta en ridículo ante los demás —como habían hecho antes algunas veces—,
sino más bien facilitar que se sienta segura en presencia de otros, pues así es
como se va soltando.
La mejor sorpresa la recibieron unos meses después, cuando
Natalia les dijo que quería apuntarse a un nuevo grupo de teatro que se había
formado en el colegio. La idea de apuntarse fue una iniciativa suya, en la que
se mezclaba su interés por la literatura y su deseo de lanzarse a actuar y
hablar en público. Cuando se lo habían propuesto sus padres, la vez anterior, le
producía pánico sólo pensar en esa posibilidad, pero ahora lo veía asequible.
Alfonso Aguiló. Con la
autorización de:
www.interrogantes.net
2º paso. Trabajo en equipo para contestar a cinco cuestiones
a) ¿Por qué era tímida Natalia?
b) ¿Por qué fallaron sus padres en su afán de superar el problema?
c) ¿Qué les aconsejó el matrimonio amigo?
d) ¿Qué hicieron los padres para resolver el problema?
e) ¿Qué se puede hacer para que los hijos tengan más seguridad?
3º paso. Puesta en común del gran grupo
4º paso. Descanso de 15 minutos
5º paso. Estudio individual de la Nota técnica "Vencer la timidez"
Si te
consideras tímido, has de saber que perteneces a un sector de la humanidad más
amplio de lo que parece, y al que también pertenecen personas que probablemente
no sospeches.
La timidez puede tener raíces muy diversas: baja autoestima,
envidia, torpeza física, orgullo, falta de sociabilidad, o muchas otras. Resulta
interesante, a la hora de esforzarse por configurar positivamente el carácter
propio o el ajeno, analizar las posibles causas y reflexionar sobre ellas.
Hay personas que se consideran tímidas simplemente porque son
–o les parece que son– un poco patosas en lo que hacen o lo que dicen. En estos
casos, la timidez y la torpeza se alimentan la una a la otra. La torpeza física
suele tener su raíz en algún defecto de coordinación motora: chocan con todo, se
les cae todo y se les rompe todo. Otros son desafortunados más bien a la hora de
expresarse o de intervenir en una conversación y, como consecuencia, suelen ser
remisos a actuar ante los demás y pueden volverse tímidos. A su vez, la timidez
les lleva a estar demasiado pendientes de su imagen y a ser menos naturales y,
por tanto, más torpes.
La timidez siempre actúa dentro de un lamentable círculo
vicioso, que es preciso romper haciendo descubrir a esas personas sus puntos
fuertes, y haciendo que los demás los valoren. Por eso, por ejemplo, el buen
profesor pregunta en clase al alumno tímido cuando supone que está en
condiciones de responder correctamente, y hace así que tome seguridad y vaya
actuando, poco a poco, en presencia de otras personas. Y el padre sensato sabe
dar confianza a su hijo de modo que poco a poco vaya mejorando su nivel de
autoestima, que siempre facilita al tímido consolidar su voluntad indecisa.
También hay que enseñar a no tener envidia de ése o de ésa
que son tan extrovertidos, tan graciosos, tan ocurrentes...; con tanto afán de
protagonismo quizá. Muchos de ellos son muy agradables, es verdad, pero quizá
sólo para estar un rato, y no hay quien conviva con ellos tres días seguidos.
Otros serán excelentes, de acuerdo, y habrá que aprender y sentirse estimulado
por ellos, pero... ¿para qué la envidia? Recházala.
A veces será por orgullo, que lleva a una soledad que
deshumaniza a quien la practica y que hace perder la objetividad. Hay quienes
huyen a la soledad para olvidar, y sólo logran acrecentar sus recuerdos,
revolver en sus vagabundeos mentales una y otra vez, o rumiar obsesivamente los
fracasos y las heridas de la vida.
Cuando te propongas superar tu timidez en algo, no te
consientas a ti mismo volverte atrás. No seas como el bañista vacilante, que
mete el pie en el agua varias veces, comprueba que tampoco está tan fría, que no
pasaría nada, que es cuestión solo de lanzarse...; pero no se atreve y vuelve a
casa cabizbajo, avergonzado de sí mismo. Deja de pensar en si sabes hablar; y
habla. O en si sabes de verdad ser amigo o amiga de alguien; y esfuérzate por
serlo. O en si sabes educar, o comportarte en tal situación, o hacer tal otra
cosa; y ponte a hacerlo como mejor sepas, sin tanto miedo al ridículo o al
fracaso. Y si fracasas, no te atormentes y vuelve a intentarlo. Pero no llames
intentarlo a algo que no es más que un vago deseo de que eso suceda pero sin
proponértelo seriamente.
Alfonso Aguiló. Con
la autorización de:
www.interrogantes.net
6º paso. Trabajo en equipo para contestar a cinco cuestiones
a) ¿Cuáles pueden ser las causas de la timidez?
b) ¿Por qué el tímido no obra con naturalidad?
c) ¿En qué consiste el círculo vicioso de la timidez?
d) ¿Qué pueden hacer los padres para que el hijo tenga más confianza?
e) ¿Qué debe hacer el tímido para vencer su problema?
7º paso. Puesta en común
del gran grupo
Artículo: Continuidad en tutoría y otras consideraciones
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de Teruel nº 141, de 29-IX-1999
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