El escándalo era tan grande que
_asta
el mono adivino
_echó
a correr y huyó por los tejados de la venta.
Don Quijote no paró hasta destrozar todo el
reta_lo,
y entonces miró a su alrededor con el
orgu_o
del guerrero
_ictorioso
y dijo con voz rotunda:
-Dígame: ¿qué
hu_iera
sido de Melisendra
y su señor esposo si yo no _ubiera
estado aquí?
¡Vi_a
la caballería andante!
¡Viva la
ca_allería,
y muera yo
-dijo maese Pedro
_echándose
a llorar-,
que
_ace
un momento era dueño y señor de reyes
y ejércitos y
a_ora
me veo pobre y sin mi mono,
porque antes de
_atrapar
a ese animal
_oy
a sudar
hasta por los dientes!
-No
_ores,
maese Pedo -le dijo Sancho
con voz tristísima-, que me
quie_ras
el corazón.
Mi señor don Quijote, que es muy _uen cristiano,
te pagará todo lo que
_a
roto.
-Ahora ya no tengo
d_das
-dijo don Quijote-
de que mis enemigos los
_encantadores
me
ca_bian
las cosas delante de los ojos,
porque a mí me pareci_
que todo
lo que hemos
_isto
pasaba de verdad,
y por eso me alteré y quise a_udar
a Melisendra.
Pero no
sufr_is,
maese Pedro,
que os pagaré los títeres _otos.
Y así lo _izo,
pagando real por real
todas las heridas de los que habían perdido la
ca_eza,
los ojos o la nariz, e incluso
desem_olsó
dos reales por el trabajo de aga_ar
al mono.
Claro que otro
ga_o
le habría cantado
al tal maese Pedro si don Quijote hubiera
sa_ido
quién
era en
_erdad
aquel titiritero.
Porque, aunque
alg_no
no lo crea,
juro por todos los caba_eros
del mundo
y por el bo_ico
de Sancho Panza,
al que _ios
tenga en su gloria,
que maese Pedro no era ni m_s
ni menos
que aquel Ginés de _asamonte
al que don Quijote
había li_erado
en Sierra Morena,
y que había agradecido a pedradas el don de su
li_ertad.
Para que la just_cia
no lo reconociese,
Pasamonte se
ha _ía
tapado la mitad de la cara
con un parche y se había _echo
titiritero,
oficio en el que se desen_olvía
como pez en el agua.
Y por eso más de uno, al oír esta _istoria,
se pregunta por qué el tal _inés
no se dedicó
a manejar títeres desde el primer día de su _ida,
en vez
de amargar a tanta gente con sus _ellaquerías
y delitos.
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El mono adivino huyó por los...
a)
montes. b) tejados. c)
caminos.
Maese Pedro se echó a...
a)
llorar. b) reír. c)
cantar.
Maese Pedro era Ginés de...
a)
Panza. b) Zaragoza.
c) Pasamonte.