Nuestro barbero maese
_icolás,
que sa_ía
mejor que nadie de la locura de don Quijote,
decidió
di_ertirse
un rato siguiéndole la corriente,
así que le dijo al otro
_arbero:
-Señor barbero, como yo soy de
_uestro
mismo oficio,
sé muy bien c_mo
es una bacía,
y os puedo _asegurar
que eso que don Quijote
tiene entre las manos es un _elmo.
-Así es -asintió el cura, que
ha_ía entendido
enseguida la
intenci_n
de su paisano.
-No _ay
duda de que es un yelmo
-asintieron
don Fernando, Dorotea y
t_dos
los demás.
El barbero _urlado se quedó de
piedra.
-Pero, ¿es qu_
estoy soñando? -dijo-.
¿Así que a_ora
resulta que mi bacía es un yelmo?
Debe ser que estoy _orracho,
aunque me e_traña
mucho,
porque
lle_o
dos días sin probar una gota de vino.
Viendo que ten_a
las de perder en la disputa,
el barbero renunció a su al_arda y
a su bacía
y se dispuso a marcharse, con lo que la
pa_
vol_ió
a reinar en la cuadra.
Pero el
dia_lo,
que todo lo enreda,
quiso que en
aqu_l
mismo instante entrara por la
puerta del esta_lo
una cuadrilla de la Santa Hermandad,
cuyo capitán le
i_a
diciendo al ventero:
-_amos
buscando a un desalmado que la semana
pasada li_eró
a unos galeotes.
Es un ho_bre
alto y seco, de rostro amarillo
y piernas largas, que lle_a
puesta una armadura
más vieja que _atusalén
y usa una bacía como si fuera un som_rero...
¿HAS
COMPRENDIDO ESTA LECTURA?
¿Cuántos días llevaba el barbero sin beber vino?
a)
4 días. b) 3 días. c)
2 días.
¿Quién lo enreda todo?
a)
el diablo. b) el gigante. c)
el encantador.
¿Quién liberó a los galeotes?
a)
don Quijote. b) Sancho.
c) el barbero.