-Yo
no soy
hom _re
que
mate a nadie
-protest_-
Sancho-.
Don
Quijote está _aciendo
penitencia
en
el monte muy a su
sa_or,
y
yo voy al Toboso a _evarle
una carta a Dulcinea,
de
la que mi amo está enamorado hasta los
_ígados.
-Entones
dejadnos ver la carta y os cre_eremos.
Sancho
se
meti _
la mano en el pecho
para
buscar el
li_rillo,
pero
por más que palpó no
di _
con
él.
pues
don Quijote se lo _ abía
quedado sin darse cuenta .
-¡Ay!
-gritó Sancho más p _lido
que un muerto,
y
empezó _a
arrancarse las barbas
y
a apo_earse las
narices,
de
tan disgustado que esta_a.
-Pero ¿qu_
os
pasa?
-le
preguntó maese _icolás ,
muy
alarmado.
-Que
he perdido tres po _inos
como
tres castillos,
porqu_
no encuentro las cartas de mi señor.
-Pero
seguro que las
recordar_is
-le
ad_irtió
el
cura-,
así
que no tenéis más que dict_rmelas
para que las copie.
-Sí
que las recuerdo,
s_ .
La Dulcinea decía...
En
su carta, don Quijote _amaba
a Dulcinea
"alta
y so_erana
señora",
le
contaba que tenía el corazón
_erido
de amor,
le
juraba que se pasa _a
las noches
pensando
en
e _a
y se despedía
diciéndole:
"_esa
vuestos pies,
El
Caballero de la _ riste
Figura".
Sancho
se pasó un buen _ato
tratando
de
_ acer
memoria de todo aquello,
pero,
por más que se rasca_a
la cabeza
y
miraba unas _eces
al suelo y otras al cielo,
no
recordaba una sola pala_ra.
_asta que
al fin, después de haberse roído
la
mitad de la
_ema de
un dedo, dijo con satisfacción:
¿HAS
COMPRENDIDO ESTA LECTURA?
Don
Quijote estaba enamorado hasta...
a)
el corazón. b) el hígado. c)
el alma.
¿Quién
tenía el librillo?
a)
Don Quijote. b) Sancho Panza.
c) Dulcinea .
Don
Quijote llamaba a Dulcinea...
a)
Princesa. b) Reina.
c) Alta y soberana señora.