-¡A _entura
tenemos, Sancho! -dijo
don Quijote-.
Porque
aquel
ca _allero
que viene por allí
trae
en la cabeza el _ elmo
de
Mambrino,
con
el que podr _
sustituir
el casco
que
me rompió aquel escudero de
_izcaya.
Hacía
mucho tie_po
que don Quijote
soñaba
con conquistar el yelmo del moro _ambrino,
un
casco
maravi_oso del que
los libros decían
que
volvía
in_encible
a quien lo usaba.
Pero
el
_ombre
que
venía por el camino
no
era más que el _arbero,
y
lo que llevaba en la
ca _eza
era
la
_acía con
que afeitaba a sus clientes.
Se
la _abía
puesto
en la cabeza
para
no mojarse el sombrero con la
_uvia,
y,
como la bacía era de _ojalata
y
estaba muy limpia,
relumbraba
desde muy le_os
como
si fuese de oro.
-Abre _ ien
los
ojos, Sancho -dijo don Quijote-,
porque a_ora
mismo
me verás
conquistar
el yelmo de
Mam _rino.
Y,
sin decir nada m_s,
galopó
contra el
bar_ero
dispuesto
a
atra_esarlo
con
su lanza.
_ -¡Entr_game
ese
yelmo o morirás! -le decía.
El
barbero, que, sin comerlo ni
_eberlo,
vio
_a aquel
fantasma cayéndole encima,
saltó
de su burro y
_ echó a
correr
por el campo
más li_ero
que
el viento.
En
la
_uida perdió
la bacía,
que
don Quijote
recogi_ del
suelo
para
pon_rsela en
la cabeza.
Y,
como costaba
enca_ársela
dijo:
-Sin
duda que el
_ ey moro
que
mandó que le
_ icieran este
yelmo
debía
tener la
ca_eza enorme.
¿HAS
COMPRENDIDO ESTA LECTURA?
Don
Quijote creía que era el yelmo de ...
a)
Alifanfarón. b) Maritornes. c)
Mambrino.
Aquella
bacía era de ...
a)
Hojalata. b) Oro.
c) Plata.
Mambrino
era un rey ...
a)
Vizcaíno. b) Moro. c)
cristiano .