26. ¿Vale todo? |
Primera parte
En todos los trabajos de investigación sobre este tema se llega a la conclusión de que hay una relación significativa entre las relaciones prematrimoniales y el divorcio.
En 1992, la Universidad de Chicago publicó un estudio en el que “los hombres que han mantenido relaciones sexuales prematrimoniales tienen un 63% más de probabilidades de divorciarse. Las mujeres, un 73%.” (1)
Algunos chicos dicen: “si me quieres, demuéstramelo con hechos”. En este ámbito las relaciones sexuales se entienden como testimonio de amor. Pero la realidad es que ese trato íntimo no prueba nada sobre el amor mutuo matrimonial, porque ser novios constituye una realidad distinta que ser marido y mujer y poderse amar como tales.
Hay que tener una idea clara: los novios no son los esposos. Hasta que no pronuncien el SI libre y definitivo de la boda, no se instaura el verdadero amor que transforma a los novios en esposos. Por eso las relaciones prematrimoniales, aunque aparentemente sean semejantes, son de hecho radicalmente distintas que las que se llevan a cabo dentro del matrimonio: no sólo en su significado y condición más íntimos y profundos, sino por lo que se refiere a los sentimientos y al gozo personal experimentados.
Segunda parte
Cuando el chico o la chica se sienten obligados a demostrar su amor suelen percibir el hecho como un suplicio o una vejación no siempre reconocidos, sin otra huella que la del desengaño desencantado de lo que prometía la felicidad. Aunque ambos estén de acuerdo en hacerlo, el resultado siempre es negativo. El filósofo francés Etienne Gilson decía que “no basta ponerse de acuerdo para que un saqueo recíproco se torne delito”.
Y si coinciden en la misma ciudad un novio con su novia y otras amigas, ¿podrían vivir en la misma casa, aunque fuera en habitaciones diferentes? Pues no, porque podría ser causa de escándalo y una mujer no puede permitir a un hombre la intimidad de pasar la noche en su vivienda.
Tercera parte ;
Otro caso podría ser que el novio viviera en un lugar a varios kilómetros y que se sintiera cansado, ¿Es prudente invitarle a pasar la noche juntos en la misma casa? Lo correcto sería invitarle a tomar algo mientras descansa y mandarlo a su casa.
Puede ocurrir que los novios piensen comprarse una casa juntos, teniendo claro que desean casarse dentro de poco. Pero el matrimonio es la entrega, no es el compromiso. De alguna forma se está trivializando la boda y el matrimonio.
En ocasiones los novios se sienten obligados a casarse por los numerosos regalos que se han hecho entre ambos. Este extraño vínculo hace más difícil la ruptura y debilita el significado de la boda.
En estos casos y en otros semejantes hay que tener claro que los novios no están casados hasta que digan el si definitivo el día de su boda.
(1) Eduard O. Laumann, The Social Organization of Sexuality: Sexual Practices in the United Status (Chicago: U de Chicago Press. 1994). Cfr. Morrow T.G. Noviazgo cristiano en un mundo super-sexualizado. Editorial Rialp, Madrid, 2008. Página 75.
A. Contesta a cada pregunta con una palabra y escríbela en un papel para escribirla después en el juego de palabras: bras: bras:Hay una relación entre relaciones prematrimoniales y... |
Tienen un 63% de probabilidades de divorciarse los... |
Alcanza el 73% las probabilidades de divorciarse las... |
Los novios no son... |
El demostrar el amor suele terminar en un suplicio... |
El novio y la novia no deben dormir en la misma... |
El matrimonio es la entrega, no el... |
Viviendo juntos, la boda y el matrimonio se... |
Los novios no se sienten obligados a casarse por los... |
Los novios no están casados hasta el día de la... |
Juego de palabras |