Al paso, al trote, al galope, …

Casi de esta manera,

se agolpan mis pensamientos

al recordar estas Tierras.

Días intensos vividos

contemplando tal belleza,

que es difícil reflejarla

con alegría serena,

cuando ha dejado en nosotros

una tan profunda huella.

Mas, si quiero que perduren

los recuerdos con viveza,

intentaré que ellos surjan

de forma mucho más lenta.

RUTA DE LOS PUEBLOS BLANCOS,

en vísperas navideñas,

dejadme cerrar los ojos

y que en mi interior os vea,

para que, uno a uno,

también mi alma os sienta

y permitidme, también,

que de todas estas letras,

para CÁDIZ y varios PUEBLOS

y para SEVILLA sean,

dedicadas en este viaje,

con gusto, algunas de ellas:

Gran Río Guadalquivir.

Edificios en sus riberas.

Torre del Oro. Avenidas.

El Puente de la Barqueta

y el del Alamillo,

con sus cuerdas paralelas,

semejando un arpa grande

que las tuviera muy tensas.

Los Jardines de Murillo

y la Virgen Macarena.

El Barrio de Santa Cruz

con multitud de callejas,

con el encanto y el duende

de las flores que se besan,

a la luz de los faroles

y se abrazan entre rejas.

El Parque de María Luisa

de extraordinaria belleza

y la gran Plaza de España,

que, a España representa,

a través de las Provincias,

con sus mosaicos y emblemas.

Al ver todo este Conjunto,

de nuevo, mi alma se recrea

y mi mirada se pierde

ante una obra tan bella.

Los Reales Alcázares

con Salas de gran riqueza

y la famosa Giralda,

elegante y muy esbelta,

que, junto a la Catedral,

con gozo, al Cielo se elevan.

El misterio de la noche,

SEVILLA, te envuelve y llena

de amor nuestros corazones,

para sentirte más cerca.

Al paso, al trote, al galope, …

Ya no lo oigo. Se aleja.

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 Lucía López Sánchez

 Días 6 a 10 de Diciembre de 2.006

LA RUTA DE LOS PUEBLOS BLANCOS