Todo me habla de Ti

y me sirve de recuerdo

en este añorado viaje,

conocido en otro tiempo.

Sencillas son mis palabras

para expresar lo que siento:

Tanta belleza unida

me está pareciendo un sueño.

Canta el murmullo del agua,

cantan los prados y el viento

y canta mi corazón,

aunque no sea tan bello,

el himno de paz y amor

que todos llevamos dentro.

Árboles que están en flor,

cumbres que apuntan al Cielo,

alfombras que forma el césped

sobre la faz del terreno,

la nieve de las alturas,

perpetuada en ventisqueros,

cubriendo peñas y riscos

como a la novia su velo.

Armonía de colores,

blanco y verde amarillento,

junto al azul de las flores

que nos ofrece el romero.

En el silencio del valle

mugidos de los terneros

y cabras correteando

por caminos y senderos,

junto al sosiego y la calma

de ovejas con sus corderos.

Todo me habla de Tí

y se estremece mi cuerpo,

al contemplar la belleza

de todo cuanto estoy viendo.

Las cascadas abundantes

que ha producido el deshielo,

alimentando con prisa

los cauces de riachuelos.

Asfalto serpenteante

para adentrarse luego,

entre montañas que forman

estrechos desfiladeros.

Casas blancas salpicadas

en las faldas de los cerros,

otras, en torno a una Iglesia

y pueblos muy pintorescos.

De nuevo, PICOS DE EUROPA,

bellísimo es tu recuerdo,

mi alma has elevado

de las miserias del suelo.

Como plegaria, Señor,

doble es mi agradecimiento.

Acéptame estas palabras

cargadas de sentimiento:

Gracias por tanta belleza

y ganar el Jubileo.

Anoche besé tu Cruz,

bello, mas, duro madero.

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Lucía López Sánchez

Marzo de 1.996