El hijo de la rana brincaba en el bosque cuando
vio algo nuevo en el camino. Era una persona larga
y esbelta, y su piel relucía con todos los colores
del arco iris.
-Hola -dijo Niño-rana-. ¿Qué haces tirado en el
sendero?
-Calentándome al sol -respondió esa otra persona, retorciéndose y desenroscándose-.
Me
llamo Niño-culebra. ¿Y tú?
-Soy Niño-rana. ¿Quieres jugar conmigo?
Así Niño-rana y Niño-culebra jugaron toda la mañana en el bosque.
El Niño-rana le enseñó a Niño-culebra a saltar y ésta le enseñó a
arrastrarse por el suelo y trepar
a los árboles.
Después cada cual se fue a su casa.
-¡Mira lo que sé hacer, mamá! -exclamó Niño-rana, arrastrándose sobre el
vientre.
-¿Dónde aprendiste a hacer eso? -preguntó su madre.
-Me lo enseñó Niño-culebra. Jugamos en el bosque esta mañana. Es mi nuevo
amigo.
-¿No sabes que la familia Culebra es mala? -preguntó su madre-. Tienen veneno
en los dientes.
Que no te sorprenda jugando con ellos. Y que no te
vuelva a ver arrastrándote por el suelo. Eso no se
hace.
Y desde ese día, Niño-rana y Niño-culebra nunca
volvieron a jugar juntos. Pero a menudo se sentaban a solas al sol, cada
cual recordando ese único día
de amistad.
Cuento africano.
Instrucciones: Pulsa uno de los botones
con las letras a, b y c. La letra acertada se pone de color rojo.
2)
¿Qué
le enseñó el Niño-rana al Niño-culebra?
a) Andar
b) Correr
c)
Saltar
3)
¿Qué
le enseñó el Niño-culebra al Niño-rana?
a) Andar por el suelo y volar por el aire
b) Arrastrarse por el suelo y trepar
c)
Arrastrarse sólo por el suelo
4)
¿Qué
le dice la mamá al Niño-rana?
a) Que la Culebra es mala
b) Que la Culebra es muy agradable
c)
Que la Culebra es muy antipática