13. Varias curaciones |
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1. La piscina probática Volvió Jesus a Jerusalén, donde se celebraba una fiesta de los judíos. Había en la ciudad junto a la puerta Probática una piscina, que tenía cinco pórticos. Acudían muchos enfermos, ciegos, cojos y mancos, que esperaban sanar por el movimiento del agua. Porque un ángel del Señor descendía de tiempo en tiempo a la piscina y removía el agua. Y el primero que entraba en la piscina, después de esto, quedaba sano.
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