5. Adoración de los Magos |
Nacido Jesús en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes, unos Magos llegaron de Oriente a Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle. Al oír esto, el rey Herodes se turbó, y con él toda Jerusalén. Y, reuniendo a todos los príncipes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, les interrogaba dónde había de nacer el Mesías. En Belén de Judá, le dijeron, pues así está escrito por medio del Profeta:
Y tú, Belén, tierra de Judá,
no eres ciertamente la menor entre las principales ciudades de Judá;
pues de ti saldrá un jefe que apacentará a mi pueblo, Israel.
Entonces Herodes, llamando en secreto a los Magos, se informó
cuidadosamente por ellos del tiempo en que había aparecido la estrella; y les
envió a Belén, diciéndoles: Id e informaos bien acerca del niño; y cuando lo
encontréis, avisadme para ir yo también a adorarle. Ellos, después de oír al
rey, se pusieron en marcha. Y he aquí que la estrella que habían visto en el
Oriente iba delante de ellos, hasta pararse sobre el sitio donde estaba el niño.
Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Y entrando en la casa, vieron
al niño con María, su madre y postrándose le adoraron; luego, abrieron sus cofre
y le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Y, habiendo recibido en sueños
aviso de no volver a Herodes, regresaron a su país por otro camino. (Mateo2,
1-12)
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La llamada de los Magos, mientras se dedican a su oficio, es un hecho que se
repite en el llamamiento que Dios hace a los hombres: llamarlos precisamente
entre las ocupaciones ordinarias de la vida.
(Pintura: La adoración de los Magos. RAFAEL Sanzio de Urbino. Pinacoteca
Vaticana)
®Arturo Ramo García.-Registro de Propiedad Intelectual de Teruel nº 141, de 29-IX-1999 Plaza Playa de Aro, 3, 1º DO 44002-TERUEL