1. Jesus y Juan Bautista |
![]() |
1. Anunciación de Juan Bautista Hubo en tiempos de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la familia de Abías, cuya mujer, descendiente de Aarón, se llamaba Isabel. Ambos eran justos ante Dios, y caminaban intachables en todos los mandamientos y preceptos del Señor; no tenían hijos, porque Isabel era estéril y los dos de edad avanzada.Sucedió que, al ejercer él su ministerio sacerdotal delante de Dios, cuando le tocaba el turno, le cayó en suerte, según la costumbre del Sacerdocio, entrar en el Templo del Seor para ofrecer el incienso; y toda la concurrencia del pueblo estaba fuera orando durante el ofrecimiento del incienso. Se le apareció un ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Y Zacarías se turbó al verlo y le invadió el temor. Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada, así que tu mujer Isabel te dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Será para ti gozo y alegría; y muchos se alegrarán en su nacimiento, porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor, será lleno del Espíritu Santo ya desde el vientre de su madre, y convertirá a muchos de los hijos de Israel al Señor su Dios; e irá delante de Él con el espíritu y el poder de Elías para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes a la prudencia de los justos, a fin de preparar al Señor un pueblo perfecto. (Luc 1,5-17) |
---
El arcángel San Gabriel anuncia a Zacarías los tres motivos de gozo por el nacimiento del niño: primero porque Dios le concederá una santidad extraordinaria; segundo, porque será instrumento para la salvación de muchos; y tercero, porque su vida y actividad serán una preparación para la venida del Mesías esperado.
(Pintura: Sagrada Familia con Jesús y Juan
Bautista. FONTANA, Próspero. Colección privada)
![]() |
2. Isabel concibió a Juan
Entonces Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo podré yo estar cierto de
esto? pues yo soy viejo y mi mujer de edad avanzada. Y el ángel le respondió: Yo
soy Gabriel, que asisto ante el trono de Dios, y he sido enviado para hablarte y
darte este buena nueva. Desde ahora, pues, te quedarás mudo y no podrás hablar
hasta el día en que sucedan estas cosas, porque no has creído en mis palabras,
que se cumplirán a su tiempo. |
3. Anunciación y Encarnación del Hijo de Dios
En el sexto mes fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una
ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de
nombre José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María. Y habiendo
entrado donde ella estaba, le dijo: dios te salve, llena de gracia, el Señor es
contigo. Ella se turbó al oír estas palabras, y consideraba qué significaría
esta salutación. T el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia
delante de Dios: concebirás en tu seño y darás a luz un hijo, y le pondrás por
nombre Jesús. Será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le
dará el trono de David, su padre, reinará eternamente sobre la casa de Jacob, y
su Reino no tendrá fin.
María dijo al ángel: ¿De qué modo se hará esto, pues no conozco
varón? Respondió el ángel y le dijo: Es Espíritu Santo descenderá sobre ti y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que nacerá será llamado
Santo, Hijo de Dios. Y ahí tienes a tu prima Isabel, que en su ancianidad ha
concebido también un hijo, y la que era llamada estéril, hoy cuenta ya el sexto
mes, porque para Dios no hay nada imposible. Dijo entonces María: He aquí la
esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra. Y el ángel se retiró de su
presencia. (Luc 1,26-38)
---
Santa María, maestra de toda nuestra conducta, nos enseña ahora que
la obediencia a Dios no es servilismo, no sojuzga la conciencia: nos mueve
íntimamente a que descubramos la libertad de los hijos de Dios.
(Pintura: La Anunciación. FRA ANGÉLICO. Museo del Prado. Madrid)